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Ecologízate: Cuidados de un reloj

Actualizado: 22 jun 2021

No hay nada que dé más rabia que comprar una cosa nueva y que, al poco tiempo, se estropee ¿verdad? Los relojes son piezas delicadas y, como tales, necesitan de cierto cuidado para que su vida útil sea lo más larga posible.

A continuación, te damos 7 recomendaciones de mantenimiento para que tu reloj funcione a la perfección por mucho tiempo:

1. ÚSALO BIEN

Un reloj no debe llevarse en el bolsillo o perdido en el bolso. Si quieres cuidar bien de tu reloj, debes llevarlo correctamente. Póntelo en la muñeca contraria a la mano con la que escribes y ajústalo sin que llegue a molestar. Lo ideal es que el reloj haga un poco de juego, pero sin poder hacer la vuelta en la muñeca.

2. LIMPIA Y GUARDA BIEN TU RELOJ

Es importante limpiar nuestro reloj para mantenerlo en buenas condiciones. A los relojes fácilmente se les acumula suciedad, sea por llevarlos o por no hacerlo. Por este motivo, lo ideal es pasar regularmente un paño seco de algodón por la caja y la correa para eliminar el polvo y los restos de sudor. Si el reloj es resistente al agua y la correa no es de piel, puedes hacerlo con un paño humedecido en agua para una limpieza más profunda.

También recomendamos quitarte el reloj para ir a dormir y guardarlo en un lugar protegido, como su caja original. Así evitaremos que cojan polvo o caigan al suelo y se dañen. Para los relojes que no estés usando en este momento, aconsejamos lo mismo. Además, es importante que no los guardes nunca boca abajo ni junto a otros accesorios o accesorios, ya que con la fricción se pueden desgastar.


3. CAMBIA LA PILA Y REEMPLAZA LA CORREA

Si tu reloj es de cuarzo, lo recomendable es cambiar la pila cada 2 años, aunque esta no esté agotada. De esta forma, evitamos que el reloj se detenga de forma repentina y prevenimos posibles problemas causados por una pila que no funciona. Si la pila está agotada, lo ideal es cambiarla cuanto antes, ya que puede sulfatarse y dañar gravemente el movimiento del reloj.

Con respecto a las correas, estas se desgastan y se rompen por estar en contacto directo con nuestra piel y estar expuesto a factores externos. Si la correa está dañada, pero el reloj funciona y te gusta, puedes reemplazarla. Es una opción muy asequible.

4. ¡TEN CUIDADO CON EL AGUA!

Antes de mojar tu reloj, es fundamental conocer su nivel de impermeabilidad. Todos los relojes lo llevan grabado en la parte trasera de la caja, sea en barómetros o en metros. La gran mayoría también lo indican en la esfera. A grandes rasgos, los relojes con una resistencia al agua de 30 metros o inferior solo soportan pequeñas salpicaduras. A partir de una resistencia de 50 metros, es posible ducharse con ellos puestos. Para la natación o el buceo es imprescindible que su nivel de impermeabilidad sea superior a los 100 metros como mínimo.

Cabe mencionar que aunque el reloj tenga una buen nivel de estanqueidad, debemos asegurarnos que en todo momento la corona está bien presionada contra la caja para que el agua no entre dentro del reloj.

5. EVITA LOS GOLPES Y LOS CAMPOS MAGNÉTICOS

Parece una obviedad, pero a los relojes hay que tratarlos con cuidado. Los golpes fuertes y las caídas pueden provocar arañazos, roturas de cristal o averías internas en el reloj. Para prevenir estos problemas, lo mejor es quitarse el reloj para realizar actividades intensas, así como evitar llevar pulseras y accesorios en la muñeca donde llevamos el reloj para evitar ralladuras. Con los campos magnéticos también hay que tener especial cuidado, ya que pueden afectar a la precisión del reloj. Lo mejor es evitar la exposición a los imanes.

6. ALÉJALO DE LAS SUSTANCIAS Y PRODUCTOS QUÍMICOS

Cualquier tipo de sustancia, líquido o producto químico puede deteriorar y estropear un reloj. Las cremas, los jabones, los detergentes y los perfumes pueden dañar la caja o la correa. También el contacto con disolventes y pegamentos. Además, la luz solar directa prolongada puede provocar la decoloración del reloj. Los relojes con correas de cuero son especialmente delicados a todas estas sustancias, ya que el cuero es un material que no debería mojarse.

7. REVISIONES Y REPARACIONES

Si tu reloj es de valor o es especialmente delicado (como los relojes automáticos), es conveniente que se le haga una revisión cada 4 o 5 años, ya que con el tiempo los relojes dejan de funcionar como deberían. De hecho, es muy probable que algunas piezas se hayan desgastado o necesiten lubricación. Y sobre todo, en el caso que tu reloj presente algún problema, ¡no lo abras! Lo mejor es acudir a un relojero profesional para que él lo revise y encuentre la solución. Tu reloj te lo agradecerá.



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